Situado dentro del parque natural de Cabo de Gata, después de ocho años y hasta 20 resoluciones judiciales en contra de su construcción, una sentencia del Tribunal Superior de Andalucía (TSJA) dictamina ahora que el suelo sobre el que está construido es urbanizable. Tanto los que están en contra como los que están a favor, creen que sus 21 plantas no serán derribadas.
MANIOBRAS POLÍTICAS Y JUDICIALES “EXTRAÑAS”