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jueves, 6 de febrero de 2014

Rajoy y la subida de la luz ó Timo de Cuento Largo.

 Rajoy ha dicho que España es un país que puede producir el doble de energía eléctrica de la que puede consumir y a pesar de eso la luz ha subido algún año por encima del 6%, lo que no tiene "explicación". 

 Timo de cuento largo: primero te amenazan con el 11% para subirte luego el 2.3% y así quedes satisfecho. 

Aparte del chanchullo de al subasta eléctrica el cual han dejado así y como tenemos pésima memoria y es mas importante saber si la SUPUESTA DELINCUENTE DE LA INFANTA hará el paseillo o no.

Que no tiene explicación dice?

Las principales estafas y abusos que vienen cometiendo las eléctricas y que hacen que el recibo de la luz sea tan caro en España.
 Haber aumentado irresponsablemente, con la connivencia y aprobación del gobierno de Aznar, la infraestructura para la producción, lo que ha incrementado -en su mayor parte innecesariamente- los costes del sector.
 Facturar a los consumidores por tener el derecho a conectar la potencia contratada cuando, a pesar de lo anterior, las compañías eléctricas no están en condiciones de garantizar el suministro de esa potencia por el inadecuado diseño de la red de distribución, por la existencia de cientos de puntos críticos y por el colapso del sistema que se produce si la potencia conectada llegara incluso al tercio de la potencia contratada. Y, con idependencia de ello, la imposición de una estrategia que de facto obliga a contratar más potencia de la necesaria.
Cobrar a los consumidores por la renovación, actualización y mantenimiento del parque de contadores cuando no lo hecho en su totalidad, lo que da lugar a que paguen continuamente las imprecisiones y errores que producen como si fuese consumo efectivo.
 Imponer un sistema de cómputo de la energía consumida por medio de un nuevo tipo de contadores que se pueden manipular a distancia, lo que impide que los consumidores puedan saber a ciencia cierta lo que de verdad están consumiendo o si se está manipulando su consumo real.
Haber cobrado los llamados Costes de Transición a la Competencia alegando el gobierno para ello que acabar con el monopolio del que disfrutaban supondría una reducción de precios y de beneficios, cuando éstos no han dejado de subir. Y han subido sin cesar porque, aunque haya desaparecido formalmente el monopolio, las empresas siguen manteniendo un poder total sobre el mercado que les permite manipular los costes e influir sobre el gobierno a la hora de fijar las tarifas.
Establecimiento de un sistema de subasta para fijar el precio de la luz que está desnaturalizado y en manos de las grandes compañías y grupos financieros. En esas subastas no se compran y venden kilovatios sino productos financieros en unos mercados llamados OTC (Over The Counter o sobre el mostrador) que son los que sirven para llevar a cabo las operaciones especulativas (ver el libro de V. Navarro y J. Torres Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Planeta 2012). Los precios que se fijan allí están en realidad determinados por la actuación de los grandes grupos financieros como Goldman Sachs y Morgan Stanley y otros grupos eléctricos que antes de cada subasta hacen que suban según les convenga. Las compañías españolas se dejan llevar por esa “financiarización” del mercado de la luz porque les conviene que los precios suban (es lo que buscan siempre los especuladores) y porque ganan también mucho dinero especulando ellas mismas con esos productos financieros.
 Manipular los costes del sector para justificar el llamado “déficit de tarifa”. Este “déficit” consiste resumidamente en lo siguiente: las estafas a las que me he referido se traducen artificialmente en tarifas muy elevadas. Los gobiernos de Felipe González y de Aznar nunca se atrevieron a cortar de raíz estos abusos haciendo que bajaran las tarifas y los beneficios de las eléctricas pero eso hacía que los índices generales de precios subieran considerablemente. Para poder presentar datos de la inflación aparentemente mejores, el gobierno de Aznar limitó la tarifa y reconoció entonces que ésta era menor que los costes que soportaban las empresas eléctricas, comprometiéndose a devolver esa diferencia, ese “déficit”, a las empresas por otra vía.
La estafa radica en que, gracias a lo que estableció el gobierno de Aznar, ese déficit no es la diferencia entre lo que las empresas ingresan por tarifas y sus costes reales, sino entre lo que ingresan (la tarifa) y los costes muy sobrevalorados que presentan al gobierno y que éste acepta sin rechistar. Más concretamente, esa estafa se lleva cabo, entre otros, por los siguientes procedimientos:
- No se reflejan los costes reales de la producción de energía según las diferentes tecnologías o fuentes.
- Se toma como coste de la electricidad de cada franja horaria el de la unidad generadora más cara.
- se sobrevaloran las inversiones que se hicieron en los últimos años.
Y, para colmo, el gobierno estableció como sistema de pago de este déficit un sistema que en la práctica lo convierte en una especie de préstamo hipotecario pero de garantía pública y con un sistema que es el que más intereses genera, naturalmente en perjuicio de los consumidores.

Y así podríamos pasarnos el dia entero enumerando el porque pagamos mas electricidad.

Para variar señor presidente de este circo no diga que es inexplicable lo que pasa con la luz y tantas cosas en este país en el cual se han apoltronado unos pocos a vivir del cuento.


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